jueves, 14 de mayo de 2009

Luces


Ayer por la noche volvía a casa en coche, era una noche oscura, llovía, e incluso me encontré con niebla en algunos tramos. No estaba siendo un viaje muy tranquilo, apenas veía nada y me sentía inseguro, no me cruzaba con nadie, nadie me adelantaba, ni yo adelantaba a nadie, demasiado tiempo sin ver coche alguno. Cada vez me sentía más intranquilo, cuanto más tiempo pasaba sin ver a nadie, más probable se hacía encontrarme con alguien, y siendo fiel admirador de las teorías de Murphy; si algo puede ir mal, seguramente irá mal, aunque seguramente irá peor; no solo contaba con encontrarme con alguien, si no que contaba con que fuera un camión  con hidrogeno líquido, sin luces, adelantando a un tractor cargado de piedras, y también sin luces.
Con esta demostración de optimismo viajaba, encomentandome a la diosa Fortuna, a la que rezo cada vez que busco aparcamiento en la calle, me toca comer de menú del día, o compro algo por Ebay. La radio, el único nexo con el resto de la vida civilizada, llenaba el coche con un partido de fútbol; parece ser que tienen que jugar todos los días, si no a los fuboleros,  desconozco su clasificación taxonómica, les da un síncope y mueren entre espasmos y con la boca llena de baba verde. Todo el mundo que alcanzaba a ver era oscuro y fugaz.
El tiempo empezó transcurrir más lentamente, eso o yo empezaba a ser más rápido, el enésimo gol del partido fue gritado por el excitadísimo periodista demasiado lentamente como para ser natural. -Otra vez- pensé. Hacía tiempo que no me pasaba nada raro, casi me había acostumbrado a que no me pasara, pero ya estaba ocurriendo otra vez. Empecé a acostumbrarme a ser unas diez veces más rápido que la realidad que me rodeaba, no era la primera vez, cuando una extremadamente blanca, brillante y enorme me pasó por la izquierda, como si me adelantara un Mercedes a escala 5:1 a 300 Km/h.
Y el tiempo volvió a su sitio, o mejor dicho, su momento.
-¿Ya está? ¿esto es todo?- me pregunte.
-¿Qué más querías?- respondió la radio.

Nos leemos...

1 comentario: