lunes, 15 de febrero de 2010

Palabras

Las palabras expresan mucho más de lo que queremos decir. Esto es algo que se hace más agobiante cuando las usas en un medio permanente y público, con un texto que pretende ser inmortal e imperecedero gracias a la tecnología y al afán del hombre por atesorar conocimiento. Así unas veces nos dedicamos a buscar la expresión perfecta por su precisión y concreción mientras que en otras ocasiones tratamos de encontrar una etérea evocación de sensaciones o sentimientos.
Tanto lo primero como lo segundo resultan inútiles ante el exceso de información que poseen las palabras. Vértigo me da cada vez que busco la palabra precisa y miedo siento cuando leo, y releo, un texto donde hay sensaciones o sentimientos, por que nunca, siempre, quiero, odio, siento, o mucho y poco, son cajas llenas de información que siempre queremos entregar.
Así jugamos al escondite con las palabras, sin querer ser conscientes de que siempre nos ganarán. Buscamos el término que exprese la idea sin que se lleve mucho de nosotros con ella, de esta forma tratamos de evitar palabras que nos desnudarían inmediatamente, palabras que salen de nuestras bocas, o de nuestros dedos, cuando nos expresamos con el corazón y sin filtrar. Todos queremos dar una versión moderada de nuestra persona a los demás, por eso tememos a las palabras lanzadas a los demás en un momento de sinceridad, para acto seguido disculparnos, -lo dije sin pensar-. Y en esa realidad de ausencia de filtrado está su inmenso y peligroso valor, porque una vez dicho, o escrito, ahí quedan para siempre, abriendo una pequeña brecha en nuestra moderada y aceptable fachada.

7 comentarios:

  1. Con frecuencia suelo estar de acuerdo, o sentirme identificada, con lo que escribes; pero hoy tengo que decirte que discrepo ( y no quiero que el rudo sonido de esta palabra te trasmita " no me gusta lo que escribes", " estoy en absoluto desacuerdo" o cosas del estilo, y me vea obligada a dar vueltas y vueltas para " donde dije digo, digo Diego". Yo he pensado muchas veces en esto de las palabras y del lenguaje ( hay que ver a lo que se dedica una cuando no tiene que hacer) y creo todo lo contrario: las palabras no dicen más de lo que queremos, sino mucho menos, o incluso algo distinto, pero a mi modo de ver son limitadas, porque cada uno tiene asociado a cada palabra un significado, le evoca un momento, una situación, un recuerdo; por eso al oírlas es posible que el interlocutor no "entienda" lo que le queremos decir, sino aquéllo que significa "su palabra", esa palabra oída por cada persona. Supongo que esto sería mejor hablarlo en un café, pero, imagina por un momento que el motivo de que se produzcan tantos malentedidos sea precisamente ese, el que cada uno entendamos "lo que podemos" de lo que se nos dice. En fin, podrías inaugurar un blog paralelo, llamado "amebacontestante" , para este tipo de rollo de comentario. En cualquier caso, como siempre, una belleza de reflexión ( la que tú escribes, quiero decir).

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  2. Como tu bien has escrito, discrepas, lo que no he de entender como...
    Las palabras expresan más de lo que significan, como tu misma has observado al puntualizarme el "discrepo". No quise decir nunca que, y puede que ahí radique mi error, que todos entendamos lo mismo, si no que cada palabra expresa a cada oyente más cosas que lo que dice la RAE que significa.
    "Te odio" puede ser un "Te quise tanto que me duele solo de verte" o "No te mato porque es una lata el desacerme de tu gordo cuerpo" o "Te quiero tanto que me da rabia reconocerlo".
    Y así podría seguir un buen rato.
    Por cierto, te tomo la palabra de hablarlo en un café. Será un placer.

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  3. ¡¡Me quedé enganchada a tus palabras!!. Pero yo opino que si que tienen el mismo significado, como palabra escrita y leída, pero cambia el concepto del modo o manera de decirla, ejemplo: si decimos a alguien "te quiero" a gritos con el ceño fruncido y echando chispas por los ojos, seguramente esa persona entenderá "saca de ahí que no te puedo ni ver", en cambio si decimos ese mismo "te quiero" susurrandoselo al oído y con una dulce sonrísa, lo más seguro es que empiece por derretirse en nuestros brazos. Seguiría...las palabras me sobran, eso sí, sin filtrar me parece un trabajo excesivo.

    Un saludito.

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  4. Como veo que en este relato todo el mundo se expande en decirte algo, yo voy a ser muy simple, a lo mejor demasiado,las palabras cuando salen, sean escritas o habladas, siempre tienen alguna intención, sea filtrada o no. ¿entiendes?.

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  5. Miedito me sigue dando enfrentarme al teclado cada vez que no es por un texto técnico. A pesar de que es verdad que cuando uno se expresa con la escritura tiene la ventaja del tiempo, no como la voz que es algo inmediato, que no permite la reflexión y que no es mejor terreno de juego para personas como yo, con mente lenta.

    Un efusivo saludo a todas.

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  6. PICHIRULAS OPINA..
    Mamacita querida!... está claro que mi mente es como la tuya..."lenta"...necesito tiempo y tiempo y releer y releer....pero en principio y muy por encima, discrepo ya que considero que sí es cierto que tú utilizas las palabras con una intención a veces muy distinta a como las recibe la otra persona y después...malentendidos, ofensas, y lo peor...me ha parecido mal y no digo nada y así la bola del malentendido crece y crece y crece y se transforma en el fin de una amistad (no verdadera en el fondo).
    MUAC Y ZUJAZUJAS
    (por cierto, todo esto con la calefacción a tope "mujeres y hombres" de fondo...¡cualquiera se centra!)

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  7. No se si discrepas de "Las palabras expresan mucho más de lo que queremos decir" o de otra cosa, porque por lo que te he leído, me parece, que más o menos decimos lo mismo. Eso sí, yo no pretendo llegar al extremo de fin de amistades, relaciones o relaciones profesionales. Tan solo que cuando queremos decir algo, sobre todo delicado, intentamos cuidar las palabras escogidas porque sabemos que las palabras las carga el diablo.
    Saludetes.

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