miércoles, 3 de junio de 2009

Ni la sombra


Era como una melodía suave, notas agradables que acompañaban sin quedarse con nosotros. Era la compañía que no buscabas, pero que agradecías cuando la encontrabas. Era unas palabras amables y una sonrisa siempre agradables.
Una presencia con la que no contabas porque siempre estaba ahí, como la luz de cada día, o el aire que respiramos.
Perder algo que no valoras porque siempre está supone un vacío doloroso lleno de oscuridad y sentimientos no expresados. Porque no nos queda consuelo alguno, no le dijimos que le apreciamos, que siempre le contábamos como uno de nosotros, que nos daba animo y serenidad.
Y ahora no nos queda más que un tenue recuerdo que se desvanecerá, y no quedará ni la sombra.

1 comentario:

  1. No lo había leido hasta hoy, porque siempre buscaba lo último que escribías, me ha parecido muy tierno y tremendamente cierto. A veces, lo que pensamos que siempre vamos a tener , desaparece y como dices es doloroso. Me sorprende esta faceta tuya, voy a tener que buscar más atras en tus escritos.

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