-Uno mas uno no es dos, si no uno.
-¿Qué?
-En contra de lo que pensamos, uno más uno no son dos, dos singularidades no es el resultado de sumar dos singularidades, si no que es una nueva singularidad. Si aceptamos este principio,...
-¿Qué? Pero, ¿tu que crees que me estás contando? ¿No habrás vuelto a dormir de pie?
-Lo que quiero decirte es que debemos considerar seriamente la posibilidad de que estemos contemplando el problema de una forma equivocada.
-Vamós, lo que pasa es que no quieres ir solo a la playa y quieres que te acompañe.
-Basicamente.
-No te vuelvo a dejar viendo la tele por la noche, que te pones muy retorcido.
-No, retorcido no, Zen, me pongo Zen.
-Más bien tonto, te pones tonto.
-Vale, pero, ¿vienes?
-Claro, tonto.
Nos leemos...
Si, es verdad, llega un momento que todo se convierte en una sola existencia y no hace falta volverse Zen para sentir eso.
ResponderEliminarEs que a veces ser uno solo no compensa y la compañía te complemente, te hace más uno.
ResponderEliminarComo siempre, estas hecho un filósofo...nos seguiremos leyendo (ya sabes, yo que desde Vigo te digo que no podías dejar de escribir=
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