lunes, 9 de noviembre de 2009

Reflexiones


El pasado sábado una amiga me dijo que echaba en falta mis reflexiones. Que tanta historia, sueños y relatos raros no le hacían mucha gracia. Para que negarlo, la entendí perfectamente. Yo también echo en falta la calma y el sosiego necesarios para reflexionar.
Y así me puse a pensar en las cosas, en las situaciones, en los momentos que abandono el mundo para poder mirarlo desde lejos y permito sorprenderme a mi mismo con una pequeña reflexión.
Pensé en mi amiga que no quiere historias raras, si no pequeñas reflexiones que le ayuden a mirar las cosas de otra forma.
Me quedé embobado delante de la ventana, viendo pasar coches debajo de una lluvia fina y persistente, orballo lo llamamos aquí, y pasó una furgoneta que llevaba impreso, "Si lees esto, tienes razones para sonreír" y por supuesto sonreí, porque me di cuenta que tenía muchas razones para sonreír.
Mi amiga también tiene muchas razones para sonreír, aunque a veces no piense en ellas, y por eso quiero decirle, gracias, porque tú también eres un motivo para sonreír, pero para que sonrían muchos.
Yo sigo sonriendo, empiezo a parecer tonto, pero no me importa, porque soy un tonto feliz, y eso, ser y hacer feliz, es lo importante.

Nos leemos...

3 comentarios:

  1. Profe. Cuando eres un "tonto feliz" escribes cosas maravillosas. Este relato me lo apunto en mis favoritos.

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  2. Me quedo sin palabras, precisamente esas que tú siempre encuentras para expresar las cosas. Queda poca gente como tú, o cuesta encontrarla. Me uno , si me lo permites, al grupo de los que sonríen delante de una ventana. Hoy me has hecho llorar-sonreir de emoción.

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  3. DC, vas a hacer que se me escape una lagrimita. Gracias.

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