lunes, 16 de noviembre de 2009

¡Mi reino por un café!

¡Que larga se me está haciendo esta semana! dijo Miguel el lunes a las 9:10 AM. Tomás le miró con estupor y Jaime lo ignoró activamente. Parecía que la cosa acabaría ahí cuando Tomás comenzó un razonamiento que no les llevaría a nada bueno.
-¡Tenemos que ser positivos! Hay que mirar a los ojos a la desidia y la apatía y...
-¡Noooo!- Interrumpió Miguel- ¡No puedo! Cada vez que veo la hora en el ordenador me desespero, me hundo, me...- no encontró más palabras y empezó a acompañar su silencio con gestos teatrales y muecas exageradas.
Miguel miraba cada vez más asustado y Jaime seguía a lo suyo, intentando no pensar en lo que le esperaba toda esa semana con el enajenado de Miguel y el simple de Tomás.
- Vamos, vamos, no es para tanto, venga vamos cosa a cosa y ya verás como se nos pasa la semana en un suspiro.- Le decía Tomás a Miguel mientras este respiraba en un bolsa de papel con la cabeza entre las piernas. Un ruido de tacones acercandose hizo que todos levantasen la mirada. Susana entro en la habitación y dejó un montón de carpetas sobre la mesa de Miguel sin que ningún sonido saliese de su boca.
-¡Guapa, más que guapa!
-¡Chissssst! ¡Calla Miguel!- dijo Tomás llevandose las manos a la cabeza.
Susana ni se inmutó, siguió por el pasillo alejando su ruido de tacones hasta que desapareció hacia el final del pasillo.
-Si es que viene a traernos todos esos expedientes ¡solo para verme! y que le diga cosas bonitas.- Sentenció Miguel, de pié sobre una silla de ruedas, lo que supuso que acabó recorriendo el metro escaso que le separaba de su mesa y acabó cayendo sobre las carpetas que acababa de dejar Susana.
Tomás seguía con las manos sujetando su cabeza, parecía una tinaja de vino, y Miguel estaba en el suelo rodeado de papeles y riendo como un loco.
¡Señor, si tan solo son las nueve y media del lunes! Pensó Jaime cuando lo vio claro.
-¡Mi reino por un café!- Y se marcho con paso marcial hacia la zona de relax, dispuesto a tomarse uno, dos, tres cafés, o tantos como fueran necesarios para llegar a las dos de la tarde sin volver a su puesto.

3 comentarios:

  1. Así que por un café....
    !que cosas!.....
    .No te quejes que te hice la visita
    ¿vale?

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  2. Es que voy por ahí suplicando visitas, no puedo reprimirme.
    Pero como no se quien eres, no se a quien quitar de mi lista de lectores pendientes...

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  3. Profe. Que veo que sigues arre que so, con lo de que la semana se te hace larga, y es que no queda más remedio que sufrirla. !ah! y a mi sí borrame de la lista de lectores pendientes, que nos leemos...

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