jueves, 7 de mayo de 2009

Correa


- Hoy me he visto paseando con un perro.
- ¿Y?
- Que era el el que tenía la correa en la boca y yo el collar al cuello.
- ¿Y?
- Nada más, pero me dio algo de angustia.
- ¿Conocías al perro?
- No, pero me llevaba con mucho ritmo, se notaba que sabía imponer su autoridad. Incluso me gusto como tiró de la corre para corregirle, bueno, mejor dicho, corregirme.
- A ti lo que te pasa es que eres un poquito masoquista. Pero te aseguro que no pienso llevarte por la calle con una correa al cuello.
- ¿Y si lo haces por el salón?
- Siempre que me lo pidas de rodillas.
- ¿Y con la tele encendida?
- Eres un autentico degenerado.
- Solo un poquito.

Nos leemos 

8 comentarios:

  1. Me encantó. Por cierto: ¿Sólo un poquito? XD

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  2. Si es sobre un amigo, a mi me lo han contado...

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  3. Si, los amigos llegan a contar cosas increibles...siempre

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  4. vale, sicodelico, pero más o menos cerca de muchas realidades. Esta guay profe.

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  5. Siento haber herido tu realidad, pero yo no he dicho que estuviera mal el relato...

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  6. ¿herido? a mi mientras nome fustiguen en público...

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  7. Di que si, que las marcas de la correa se tapan perfectamente con una camisa de cuello alto...y la satisfación en el brillo de los ojos.

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